La inmigración masiva, clandestina e ilegal en España es el tema del día, y no es para menos. Canarias se ha convertido en el epicentro de una crisis que afecta a toda Europa. Y en medio de este caos, las palabras de Jorge Buxadé, líder de VOX en el Parlamento Europeo, resuenan con la fuerza de una verdad innegable que el gobierno de Pedro Sánchez y sus aliados prefieren ignorar.
Buxadé nos ofrece un análisis claro y contundente: la inmigración ilegal es un negocio lucrativo para las mafias de esclavistas. Estas organizaciones criminales se enriquecen a costa de la miseria humana, mientras el gobierno se lava las manos y nos habla de solidaridad. Pero, ¿Qué tipo de solidaridad permite violar la ley y poner en riesgo la seguridad de nuestros ciudadanos? La verdadera solidaridad exige respeto a las normas y un orden claro.
El argumento de PP-PSOE es tan absurdo como peligroso. Nos quieren hacer creer que es nuestra obligación aceptar a millones de personas sin control alguno. Pero este planteamiento es insostenible y, por ende, inválido. La ley es clara: no se puede entrar en España ni en ningún país de Europa por lugares no habilitados o sin la documentación adecuada. Cualquier intento de hacerlo es ilegal y debe ser tratado como tal.
Los que promueven la inmigración ilegal no son héroes ni humanitarios; son delincuentes que se benefician del caos. Y mientras ellos se llenan los bolsillos, las consecuencias las sufrimos todos los españoles. ¿Quién gana con todo esto? Las mafias, los políticos corruptos y los lobbies interesados en una mano de obra barata y explotable. Hace 20 años también había hambre y guerras, pero no veíamos esta avalancha migratoria. Alguien está facilitando y promoviendo esta situación, y no es por compasión.
La verdadera humanidad no consiste en acoger a todos sin distinción. Lo humano es que los niños vuelvan con sus padres, que las familias puedan desarrollarse en su lugar de origen. Pero el discurso dominante nos quiere hacer creer lo contrario. Incluso nos venden la idea de que los menores de 17 años y 11 meses son niños indefensos, cuando la realidad es muy diferente.
El PP, por su parte, sigue siendo el perro faldero de Sánchez. En Bruselas, votaron a favor del Plan por la Inmigración Masiva de Von der Leyen, en lugar de unirse a VOX para pararlo. Y ahora pretenden engañarnos con soluciones que solo perpetúan el problema. Siempre hacen lo que les pide Sánchez, sin importarles las consecuencias para España.
¿Y qué hay de la opinión del pueblo español? ¿Por qué no consultamos a los ciudadanos si prefieren dispersar inmigrantes ilegales o expulsarlos? Los políticos toman decisiones sin tener en cuenta a quienes realmente afectan. ¿Alguien se ha preguntado con qué intención vienen estos inmigrantes? ¿Por qué si la inmigración masiva e ilegal provoca problemas, PP y PSOE no se plantean alternativas?
La policía, la Guardia Civil y Salvamento Marítimo están en medio de esta tormenta, pero ¿Quién les escucha? Nadie quiere un centro de inmigrantes ilegales en su barrio, y sin embargo, nos lo imponen. Las víctimas de la inseguridad, la violencia y la degradación de los barrios son invisibles para el gobierno. ¿Por qué se oculta la nacionalidad del delincuente si es extranjero? ¿Por qué las estadísticas esconden la verdad?
España va como una moto, pero directa al abismo. La solución no pasa por discursos vacíos ni por políticas de brazos abiertos que solo favorecen a unos pocos. La verdadera solución es escuchar al pueblo español, actuar con firmeza y poner fin a esta farsa que solo beneficia a las mafias y a los políticos sin escrúpulos. Santiago Abascal y VOX son la única esperanza para rescatar a España de esta pesadilla. Es hora de despertar y tomar el control de nuestro destino.